La Cámara de Diputados decretó un receso de una hora, después de que un grupo de diputadas del PRD quitó los micrófonos al presidente de la mesa directiva, Jesús Murillo Karam (PRI), y al secretario de ese órgano legislativo, Fernando Bribiesca Sahagún.
El roce entre diputadas y Murrillo Karam provocó que éste declarara un receso para
tratar de llegar a un acuerdo tras banderas con los distintos grupos
parlamentario, e incluso se podría trasladar la sesión en la que se
discute la reforma laboral a un salón alterno.
En momentos en que el hijo de Martha Sahagún se preparaba a declarar rechazadas las mociones suspensivas al dictamen, la diputada Lourdes Amaya (PRD) que había estado de pie detrás de Murillo Karam empujó al priísta y a José González Morfín, vicepresidente de la mesa, y le arrebató el micrófono a Fernando Bribiesca. Incluso trató de arrancar el cable.
Panistas y priístas iniciaron el grito de “¡No a la violencia, no a la violencia!”, a lo que las diputadas y diputados que tomaron la tribuna respondieron: “¡No a la reforma, no a la reforma!”.
El coordinador del PRD, Silvano Aureoles Conejo, se deslindó inmediatamente de la protesta de sus compañeros, “incluso violenta”, porque ello rompía con el acuerdo que el ex candidato a gobernador a Michoacán había amarrado con el PRI para que se llevarán a cabo protestas, pero sin la toma de la tribuna.
Mientras se dirigía a una conferencia de prensa para reprochar las acciones de sus compañeros, Aureoles se encontró en el vestíbulo con el priísta Marco Antonio Bernal, a quien le dijo: “Estos cabrones no saben respetar acuerdos. Voy a declarar que rompieron con el pacto. Y si no saben respetar, ¡a la chingada!”.
Antes, mientras el hijo de Martha Sahagún leía las mociones suspensivas al dictamen, Murillo Karam sostuvo un intercambio verbal con la diputada por Iztapalapa Karen Quiroga, quien se encontraba de pie a su izquierda. Cuando el priísta le pidió que se retirará, la legisladora le reviró: “¿Qué, no aguanta la tentación?”. Mordaz, Murillo le contestó: “es un lujo, pero quiero espacio”.
Al inicio de la sesión
La Cámara de Diputados inició la discusión de la reforma a la Ley Federal del Trabajo de Felipe Calderón y validada en comisiones por PRI, PAN, PVEM, Nueva Alianza y PT.
Al iniciar la sesión ordinaria, y mientras el diputado Ricardo Pacheco iniciaba la lectura y fundamentaba el dictamen, los diputados del Frente Legislativo Progresista iniciaron la toma de la tribuna. “¡No a la reforma, no a la reforma..!”, exclamaron los legisladores.
Ricardo Pacheco argumentó que los derechos sociales consagrados en las Constitución “quedan debidamente salvaguardados en el dictamen que se presenta. Los derechos de asociación, de contratación colectiva, su libertad sindical y la huelga están plenamente respetados por el dictamen”.
Al mismo tiempo, los legisladores de izquierda comenzaron a cantar el Himno Nacional lo que obligó al diputado priísta a elevar la voz. Enrojecido el rostro por el esfuerzo, Ricardo Pacheco expresó que la reforma fomentará la generación de empleos, la productividad, la competitividad del empleo como ejes rectores, sin lesionar los derechos adquiridos y futuros de la clase trabajadora”.
Un grupo de diputados que rodeaban la tribuna detrás del priísta aumentó el volumen de sus consignas: “¡No a la reforma, no a la reforma..!”. Como el rechazo a la modificación se escuchaba por encima de la voz del legislador priísta y sin que la mesa directiva lo ordenara, servicios parlamentarios cortó el sonido, y la protesta transmitida en vivo por el Canal del Congreso se ahogó, pero también la defensa de integrantes de la Comisión de Trabajo.
Aún tomada la tribuna, el Partido del Trabajo presentó una moción suspensiva al dictamen de la comisión y presentarán una moción en el mismo sentido las bancadas del PRD y de Movimiento Ciudadano.
Antes, el pleno votó el mecanismo de discusión del dictamen, el cual se llevará a cabo por bloques por cada uno de los títulos de la ley y las reservas que en lo particular presenten las bancadas.
Los partidos tendrían cinco minutos para fundamentar su postura, y después de ello la mesa directiva integrará una lista de oradores a favor o en contra, hasta por seis oradores y después se desarrollará la votación en lo general.
Al medio día, una vez que la comisión votó en lo general y en lo particular el dictamen, el presidente de la comisión, Carlos Aceves del Olmo, dijo: “Ya sé que ya me dijeron que nos vemos en el pleno. Está bien, allá nos vemos. No les pido camaradería porque no estamos en una escuela de monjas, pero sí respeto”.
Diputados de partidos de izquierda tomaron la Tribuna de San Lázaro para manifestar su rechazo a la reforma laboral, que ya fue aprobada en comisiones.
Mientras Fidel Pacheco, secretario de la Comisión del Trabajo, leía los términos del proyecto laboral, los legisladotes del sol azteca cantaron el Himno Nacional.
"¡No a la reforma, no a la reforma!" y "¡Si hay imposición, habrá revolución!", coreaban los perredistas mientras tomaban las Tribuna y mostraban pancartas.
En la Cámara de Diputados quitaron el sonido de tribuna, lo que impidió que el priista Fidel Pacheco siguiera leyendo el contenido del dictamen.
En momentos en que el hijo de Martha Sahagún se preparaba a declarar rechazadas las mociones suspensivas al dictamen, la diputada Lourdes Amaya (PRD) que había estado de pie detrás de Murillo Karam empujó al priísta y a José González Morfín, vicepresidente de la mesa, y le arrebató el micrófono a Fernando Bribiesca. Incluso trató de arrancar el cable.
Panistas y priístas iniciaron el grito de “¡No a la violencia, no a la violencia!”, a lo que las diputadas y diputados que tomaron la tribuna respondieron: “¡No a la reforma, no a la reforma!”.
El coordinador del PRD, Silvano Aureoles Conejo, se deslindó inmediatamente de la protesta de sus compañeros, “incluso violenta”, porque ello rompía con el acuerdo que el ex candidato a gobernador a Michoacán había amarrado con el PRI para que se llevarán a cabo protestas, pero sin la toma de la tribuna.
Mientras se dirigía a una conferencia de prensa para reprochar las acciones de sus compañeros, Aureoles se encontró en el vestíbulo con el priísta Marco Antonio Bernal, a quien le dijo: “Estos cabrones no saben respetar acuerdos. Voy a declarar que rompieron con el pacto. Y si no saben respetar, ¡a la chingada!”.
Antes, mientras el hijo de Martha Sahagún leía las mociones suspensivas al dictamen, Murillo Karam sostuvo un intercambio verbal con la diputada por Iztapalapa Karen Quiroga, quien se encontraba de pie a su izquierda. Cuando el priísta le pidió que se retirará, la legisladora le reviró: “¿Qué, no aguanta la tentación?”. Mordaz, Murillo le contestó: “es un lujo, pero quiero espacio”.
Al inicio de la sesión
La Cámara de Diputados inició la discusión de la reforma a la Ley Federal del Trabajo de Felipe Calderón y validada en comisiones por PRI, PAN, PVEM, Nueva Alianza y PT.
Al iniciar la sesión ordinaria, y mientras el diputado Ricardo Pacheco iniciaba la lectura y fundamentaba el dictamen, los diputados del Frente Legislativo Progresista iniciaron la toma de la tribuna. “¡No a la reforma, no a la reforma..!”, exclamaron los legisladores.
Ricardo Pacheco argumentó que los derechos sociales consagrados en las Constitución “quedan debidamente salvaguardados en el dictamen que se presenta. Los derechos de asociación, de contratación colectiva, su libertad sindical y la huelga están plenamente respetados por el dictamen”.
Al mismo tiempo, los legisladores de izquierda comenzaron a cantar el Himno Nacional lo que obligó al diputado priísta a elevar la voz. Enrojecido el rostro por el esfuerzo, Ricardo Pacheco expresó que la reforma fomentará la generación de empleos, la productividad, la competitividad del empleo como ejes rectores, sin lesionar los derechos adquiridos y futuros de la clase trabajadora”.
Un grupo de diputados que rodeaban la tribuna detrás del priísta aumentó el volumen de sus consignas: “¡No a la reforma, no a la reforma..!”. Como el rechazo a la modificación se escuchaba por encima de la voz del legislador priísta y sin que la mesa directiva lo ordenara, servicios parlamentarios cortó el sonido, y la protesta transmitida en vivo por el Canal del Congreso se ahogó, pero también la defensa de integrantes de la Comisión de Trabajo.
Aún tomada la tribuna, el Partido del Trabajo presentó una moción suspensiva al dictamen de la comisión y presentarán una moción en el mismo sentido las bancadas del PRD y de Movimiento Ciudadano.
Antes, el pleno votó el mecanismo de discusión del dictamen, el cual se llevará a cabo por bloques por cada uno de los títulos de la ley y las reservas que en lo particular presenten las bancadas.
Los partidos tendrían cinco minutos para fundamentar su postura, y después de ello la mesa directiva integrará una lista de oradores a favor o en contra, hasta por seis oradores y después se desarrollará la votación en lo general.
Al medio día, una vez que la comisión votó en lo general y en lo particular el dictamen, el presidente de la comisión, Carlos Aceves del Olmo, dijo: “Ya sé que ya me dijeron que nos vemos en el pleno. Está bien, allá nos vemos. No les pido camaradería porque no estamos en una escuela de monjas, pero sí respeto”.
Diputados de partidos de izquierda tomaron la Tribuna de San Lázaro para manifestar su rechazo a la reforma laboral, que ya fue aprobada en comisiones.
Mientras Fidel Pacheco, secretario de la Comisión del Trabajo, leía los términos del proyecto laboral, los legisladotes del sol azteca cantaron el Himno Nacional.
"¡No a la reforma, no a la reforma!" y "¡Si hay imposición, habrá revolución!", coreaban los perredistas mientras tomaban las Tribuna y mostraban pancartas.
En la Cámara de Diputados quitaron el sonido de tribuna, lo que impidió que el priista Fidel Pacheco siguiera leyendo el contenido del dictamen.