Jóvenes se enfrentaron con policías durante la protesta.
Foto: Xinhua / Alejandro Ayala
MÉXICO, D.F. (apro).- Cerca de las seis de la tarde, en la
explanada de Bellas Artes, actores, periodistas, académicos, productores
y jóvenes entonaron el Himno Nacional y de esa forma culminaron la
marcha contra la reforma energética convocada desde las redes sociales.
Los inconformes evitaron llegar al Zócalo debido a las miles de
familias que se desplazaban por el centro del país para hacer sus
compras navideñas o para entrar a la pista de hielo instalada por el
gobierno de Miguel Ángel Mancera.
Sin embargo, quienes sí pretendieron ingresar por la fuerza a la
Plaza de la Constitución, encarando a un escueto cerco de policías, fue
un grupo de jóvenes encapuchados, lo que generó la movilización de
decenas de uniformados en las calles Isabel La Católica y Motolinía.
Por cierto, del Angel a la Independencia hasta Bellas Artes, tramo
que recorrieron los manifestantes, no se registró la presencia de
policías, ni federales ni capitalinos.
La marcha congregó en el Angel a alrededor de quinientas personas
quienes, al llegar a Eje Central, ya sumaban poco más de un millar.
Todos, durante el recorrido, corearon consignas. La principal:
“¡Fuera Peña!”. Ahí estaban, entre otros, el actor Daniel Giménez Cacho,
el historiador Lorenzo Meyer, los periodistas Fabrizio Mejía Madrid y
Julio Hernández, el analista John Ackerman y el productor Epigmenio
Ibarra.
Parte del plan de acción era decidir por votación en asamblea, donde
sólo hubo una voz discordante en el micrófono, un estudiante, quien
criticó a “los intelectuales que quieren decirnos a los trabajadores
cómo luchar”.
No obstante, los opositores a la reforma anunciaron que, a partir de
enero próximo, realizarían nueve marchas, los días 18 de cada mes.
Y el 5 de mayo programaron una reunión para instalar el “Primer
Congreso Popular que revocará lo que acaban de hacer estos traidores a
la nación”, apeló Ackerman, en alusión a la reciente aprobación de la
reforma energética.
Una pancarta con la leyenda: “Los estamos observando. El petróleo no
se vende”, presidió la manifestación. Otra con una leyenda similar era
enarbolada por los organizadores.
Conforme avanzaban los inconformes se iba sumando más gente. Ibarra
aludió a este hecho: “¡Sí salimos! ¡Nadie nos convocó! Fuimos nosotros.
Esto es apenas el comienzo”.
Ackerman lo secundó: “Estamos aquí por convocatoria de las redes
sociales. Cada uno llegó por su propio pie. Cada uno está para protestar
por sí mismo. Aquí decimos: ¡Que se vayan todos!”.
La investigadora Irma Sandoval celebró que se haya roto “el cerco”
impuesto a la protesta porque este, dijo, es un día de esperanza y se
debe defender la Constitución, porque ésta emerge del poder popular.
Por eso “vamos a dar la batalla pacíficamente. Desconocemos estas
reformas y a esta clase política. A un presidente que se robó la
Presidencia. ¡Fuera Peña! Una democracia sin pueblo no es democracia.
Reconstruyamos la nación de abajo hacia arriba”, exigió.
También hablaron jóvenes del movimiento Usuarios contra el Alza del
Metro y Underground MX, quienes acusaron a Mancera de pretender
criminalizar la protesta, por lo que hicieron un llamado a la
desobediencia civil, tanto por el alza al precio del boleto del Metro
como a los impuestos y la privatización petrolera.
Además, exigieron la liberación de los presos políticos, “de los
jóvenes detenidos, encarcelados, acusados y sentenciados por ejercer su
derecho a la protesta”.
Giménez Cacho, quien se identificó como parte de un colectivo de
trabajadores de la cultura, se refirió a los cambios que requiere
Petróleos Mexicanos (Pemex), pero éstos, aclaró, no deben ser reformando
la Constitución para compartir el sector con inversionistas privados
extranjeros.
“Sabemos que Pemex debe renovarse para el desarrollo social y
económico. Debe modernizarse para que pueda seguir produciendo. Se debe
renovar, igual que la Comisión Federal de Electricidad. Nosotros
queremos que los cambios sean en beneficio de México. Por esa razón
queremos una consulta ciudadana. No estamos viendo el pasado sino el
futuro de la democracia participativa”, afirmó.
El actor rechazó aceptar una reforma aprobada por legisladores que no
tuvieron tiempo de leerla. Además, tampoco consideró necesaria una
reforma para compartir los recursos naturales del país, e insistió en
que primero se debe consultar a la ciudadanía.
“Esta lucha será muy dura. Contra nosotros se han unido los poderes
nacionales y transnacionales”, sentenció para luego repudiar al sistema
mediático que sirve al presidente Enrique Peña Nieto.
De entre los congregados una voz reviró: “Y también a Mancera”.
Después de que se retiraron los manifestantes, el grupo de jóvenes
encapuchados continuó provocando a la policía, la cual cerró las calles
aledañas, impidiendo el paso a transeúntes.
La movilización policiaca asustó a la ciudadanía que paseaba por
Madero o 16 de Septiembre. Incluso, esas calles fueron cercadas por
granaderos por un lapso de media hora.
Luego del conato de bronca, miles de personas prosiguieron paseando
por la pista de hielo o haciendo sus compras de temporada, ajenas a la
movilización en defensa del petróleo y contra la reforma energética.