Cuatro países latinoamericanos entran en
la lista de los 10 con más Cultivos Genéticamente Modificados, de
acuerdo con el Servicio Internacional para la Adquisición de la
Agrobiotecnología y sus Aplicaciones (ISAAA, por sus siglas en inglés).
México aún no entra en el ranking, pero su debut podría comenzar con la
autorización, por parte del Ejecutivo, de los permisos para la siembra
comercial de maíz y algodón transgénico que han sido solicitados por las empresas de la agrobiotecnología.
Por segundo año consecutivo, Monsanto y
otras empresas han insistido en la autorización, por parte del gobierno
mexicano, de la siembra comercial de cultivos genéticamente
modificados. El repudio social a la introducción de estas semillas se
plasmó en la marcha más grande de lo que va del sexenio de Enrique Peña
Nieto en la que se exclamó un sentido: ¡No a los transgénicos!.
Los detractores de la introducción de la agrobiotecnología refutan todos los beneficios que los impulsores de las semillas GM reclaman: dicen que no aumenta la productividad, afectan la salud, crean dependencia económica de
los campesinos, infestan la tierra de insecticidas y plaguicidas,
contribuyen a la infertilidad y atentan, en el caso del maíz, contra las
diversas razas endémicas mexicanas.
ISAAA también advierte que el año
pasado, por primera vez en la historia, los países en vía de desarrollo
plantaron más transgénicos que los países desarrollados. De los 28 que
cultivan GM sólo ocho pertenecen a países del primer mundo.
Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay
encabezan la lista de países latinoamericanos con este tipo de cultivos:
soya, maíz y algodón. El líder mundial en plantíos transgénicos es
Estados Unidos al sembrar maíz, soya, algodón, canola, calabaza,
remolacha azucarera, alfalfa, papaya y calabaza.