La reforma educativa no es una reforma sino una contrarreforma, pues
no representa una progresión que amplíe los derechos de los docentes,
sino todo lo contrario, además sugiere ser una reforma más “laboral y
administrativa”, dijo Luis Hernández, periodista del diario La Jornada, en entrevista con Carmen Aristegui.
Hugo Aboites, doctor en Educación, agrega que esta es una reforma
“pobre” pues basa la mejora en la educación solo en la evaluación de los
docentes, pero “no ofrece una perspectiva de qué es una buena
educación”.