Allí estuvieron varios miles de
fronterizos, en el centro de esta ciudad, justo frente a los retratos de
Villa y Zapata en el letrero del Museo de la Revolución en la Frontera
(MUREF), en el edificio de la Ex-Aduana, ante un agobiante calor que
rondaba los 40 centígrados, en el mitin de Andrés Manuel López Obrador
(AMLO), el candidato del Movimiento Progresista que enarbola un cambio
verdadero, según sus palabras.
Con camisetas que recordaban letras beatlemánicas “All you need is AMLOVE”, con banderines desplegando el águila real de frente con las alas extendidas y la leyenda del Movimiento Ciudadano, otras camisetas que portaban niños en las que se “tacha” un copete, que todos sabían a quien alude; pero llamaron la atención las que vestían los participantes de MORENA El Paso, quienes con toda enjundia lanzaron sus consignas que seguramente sólo aquí se escucharán: “por AMLO hay que votar, porque queremos regresar”.
Casi tan ilustrativo, y causante de de gran simpatía, lo fue un perro enfundado en una camiseta amarilla con las siglas del candidato, caminando muy orondo bajo el inclemente sol junto a sus amos, quienes a su vez portaban bajo el brazo algún libro y un conjunto de razones para estar allí.
Durante las casi tres horas que duró el evento el calor solamente arreció, pero también la alegría y la esperanza, el ánimo de los participantes para estar cerca de su candidato y escuchar sus propuestas, al tiempo que el tricolor lábaro patrio ondeaba entre la multitud.
Desde su arribo al lugar, muchos pegados a la valla buscaron el saludo; otros querían más: un recuerdo tangible: la foto junto al político tabasqueño; pero la mayoría se conformó con verlo pasar cerca y agitar su mano en el aire.
Y luego, el torrente de palabras expresando tanto la denuncia de lo que se vive en el país, en la entidad y localmente al ser gobernados por los intereses de quienes no representan al peatón, al colono, al joven desempleado, a las trabajadoras de maquila, así como aquellas otras ideas que traen la esperanza de una mejor manera de vida para la mayoría, personificada en alguien que asegura buscar llegar al puesto no por el puesto mismo, sino por el compromiso de transformar la vida pública del país; hacerlo por cuarta ocasión en la historia de México, para no ser responsables en el futuro de no haberlo llevado a cabo, vaya, de no haberlo siquiera intentado.
Risas entre la concurrencia por el dicho de AMLO sobre de la entrega de todo tipo de regalías por parte del candidato de PRI, tales como leche, material de construcción, dinero en efectivo “y hasta cerdos, marranos, puercos, cochinos…”. “Tómenlos todos”, aconsejó el candidato, “pero hay que votar con conciencia; eso sí”.
Luego la despedida y el llamado al respeto a quienes participan siguiendo a otros candidatos; que son personas igual a todos los presentes, igual de afectados por las políticas de los gobernantes actuales. También a acudir a emitir el sufragio acompañado de al menos cinco más; y estar vigilantes ese día en las casillas, y por la noche del 1 de Julio, acudir a una “fiesta cívica nacional”. /-- Una breve crónica, fotos incluídas, aportada por un asiduo lector de @juarez, juarense desde su nacencia
Con camisetas que recordaban letras beatlemánicas “All you need is AMLOVE”, con banderines desplegando el águila real de frente con las alas extendidas y la leyenda del Movimiento Ciudadano, otras camisetas que portaban niños en las que se “tacha” un copete, que todos sabían a quien alude; pero llamaron la atención las que vestían los participantes de MORENA El Paso, quienes con toda enjundia lanzaron sus consignas que seguramente sólo aquí se escucharán: “por AMLO hay que votar, porque queremos regresar”.
Casi tan ilustrativo, y causante de de gran simpatía, lo fue un perro enfundado en una camiseta amarilla con las siglas del candidato, caminando muy orondo bajo el inclemente sol junto a sus amos, quienes a su vez portaban bajo el brazo algún libro y un conjunto de razones para estar allí.
Durante las casi tres horas que duró el evento el calor solamente arreció, pero también la alegría y la esperanza, el ánimo de los participantes para estar cerca de su candidato y escuchar sus propuestas, al tiempo que el tricolor lábaro patrio ondeaba entre la multitud.
Desde su arribo al lugar, muchos pegados a la valla buscaron el saludo; otros querían más: un recuerdo tangible: la foto junto al político tabasqueño; pero la mayoría se conformó con verlo pasar cerca y agitar su mano en el aire.
Y luego, el torrente de palabras expresando tanto la denuncia de lo que se vive en el país, en la entidad y localmente al ser gobernados por los intereses de quienes no representan al peatón, al colono, al joven desempleado, a las trabajadoras de maquila, así como aquellas otras ideas que traen la esperanza de una mejor manera de vida para la mayoría, personificada en alguien que asegura buscar llegar al puesto no por el puesto mismo, sino por el compromiso de transformar la vida pública del país; hacerlo por cuarta ocasión en la historia de México, para no ser responsables en el futuro de no haberlo llevado a cabo, vaya, de no haberlo siquiera intentado.
Risas entre la concurrencia por el dicho de AMLO sobre de la entrega de todo tipo de regalías por parte del candidato de PRI, tales como leche, material de construcción, dinero en efectivo “y hasta cerdos, marranos, puercos, cochinos…”. “Tómenlos todos”, aconsejó el candidato, “pero hay que votar con conciencia; eso sí”.
Luego la despedida y el llamado al respeto a quienes participan siguiendo a otros candidatos; que son personas igual a todos los presentes, igual de afectados por las políticas de los gobernantes actuales. También a acudir a emitir el sufragio acompañado de al menos cinco más; y estar vigilantes ese día en las casillas, y por la noche del 1 de Julio, acudir a una “fiesta cívica nacional”. /-- Una breve crónica, fotos incluídas, aportada por un asiduo lector de @juarez, juarense desde su nacencia